Ahora, si no quieres sufrir los calores del mediodía, tienes que pegarte un buen madrugón, aprovechar la fresca de la mañana, disfrutar del entorno y volver, a la hora de la comida, a tu casa. Es así, y sólo así, como puedes hacer alguna ruta senderista en estas tierras de Dios, en el árido sureste de la piel de toro; aunque este año de árido nada de nada.
La sierra de Biar estaba esperando nuestra llegada con los brazos abiertos, incluso nos han salido a recibir a la carretera un par de ardillas. A las 8'00 ya estábamos listos para comenzar... Perci, Isa y yo. Esta ruta (La anteriormente llamada La Maldita) se está convirtiendo en una perita en dulce, mis dos compañeros de jornada no la conocían y es por eso por lo que me he decidido hoy por ella. El día estupendo, la compañía inigualable y el camino cómodo, bonito y lleno de rincones incomparables... ¿Qué más se puede pedir?
A la hora de la comida ya estábamos cada uno en nuestras casas, cada mochuelo a su olivo...
Por cierto, hoy es el cumpleaños del mochuelo de mi hermano... Felicidades, Sergio...
Y que cuuuumplas muuuuchos más!!!
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